SANTIAGO. Con el apresamiento de dos dirigentes del sindicato de “buzos” acusados de incendiar el vertedero de Rafey, de esta ciudad, se agudizó el conflicto que llevan desde hace varios días la empresa que tiene a su cargo el manejo de los residuos sólidos y los recicladores de ese depósito de basura.
El Comité Dominicano de los Derechos Humanos condenó ese atropello, que según denuncian, está cometiendo la empresa Green Wheels Dominicana y la Alcaldía local con los apresamientos del presidente del sindicato de «buzos», Juan Rosario, y del dirigente comunitario Pedro Torres, a los que acusan de incendiar el vertedero.
“Es imposible suponer que le dieron fuego al vertedero si ellos viven del reciclaje de esos desechos sólidos que allí se encuentran”, cuestionó Dionicio Jerez, presidente local del Comité de los Derechos Humanos, quien pidió a la Policía Nacional y al Ministerio Público dejar en libertad a esas dos personas.
De su lado, el pastor evangélico Pablo Ureña, condenó la forma en que Rosario y Torres fueron arrestados.
“Ellos llegaron a las cinco de la madrugada a sus casas, sin ninguna orden judicial, rompieron las puertas, los amarraron, rompieron sus ajuares y luego de destrozar todo, se los llevaron como si fueran delincuentes”, narró el religioso.
Tanto Jerez como Ureña dijeron que los recicladores son padres de familia que no pueden perder sus trabajos, ya que es lo único que saben hacer.
Mientras que los recolectores de materiales reciclables en el depósito de basura Rafey, se quejaron de que son maltratados por las autoridades municipales, quienes le impiden la entrada a ese recinto.
Aclararon que la Asociación de Recicladores del Eco-parque Rafey no se opone a la tecnificación del vertedero, sino que espera que sea incluyente y tome en cuenta a los trabajadores que, por 20 y 30 años, con su labor de separación, han trabajado en ese depósito.
EMPRESA
Charlie Hubard, presidente de la empresa Green Wheels Dominicana, que tiene a su cargo el manejo de los residuos sólidos de ese depósito, acusó al sindicado de los “buzos” de chantajearlo al exigirle RD$40 millones para abandonar el vertedero de Rafey.
El pedido está contenido en una comunicación escrita que la Asociación de Recicladotes del Eco Parque Rafey le entregó.
Según dijo Hubard, los sindicalistas lo han amenazado por negarse a entregar dicha suma de dinero.