SANTO DOMINGO.-La Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) anunció este viernes la entrada al sistema de las generadoras San Felipe, con capacidad de 180 megavatios, y la unidad Haina Turbogás, de 95 megavatios, para enfrentar el desabastecimiento de energía causado por la salida inesperada de los 300 megavatios de AES Andrés.
Además, dijo, entrarán al sistema la turbogás San Lorenzo de EGE Itabo con 30 megavatios, lo que completa 305 megavatios para el sistema eléctrico, pero con un impacto económico que puede alcanzar los US$49 millones mensuales si operan a toda capacidad.
El vicepresidente ejecutivo de la CDEEE, Rubén Jiménez Bichara, dijo en rueda de prensa que con este aporte energético las empresas distribuidoras de electricidad Edesur, EdeEste y Edenorte podrán compensar en parte el impacto causado por la salida de AES Andrés y de los 46 megavatios de Barahona Carbón.
Sin embargo, aclaró que esa energía adicional no compensa por completo las salidas de otras unidades programadas para el mes de octubre, por lo que llamó a la población a ser comprensiva ante la ocurrencia de interrupciones, aunque de menos duración, en determinadas horas del día.
La demanda regular de energía oscila entre 2,200 y 2,300 megavatios, lo que indica que las salidas recientes de unidades de generación han impactado entre 15% y 20% el suministro regular de las distribuidoras de electricidad.
El funcionario expresó su satisfacción con el anuncio de AES Andrés de que a finales de este mes incorporará 100 de los 300 megavatios que tiene fuera, lo cual podría compensar en parte el impacto que a partir de octubre causarán las salidas por mantenimiento programado de la Compañía Eléctrica San Pedro de Macorís (CESPM) y de Los Mina V y parte de su ciclo combinado.
La CDEEE logró que CESPM reprogramara su calendario de mantenimiento para que sus 300 megavatios en tres unidades salgan del sistema una tras otra y no al mismo tiempo, lo cual reduce el impacto del déficit a 100 megavatios durante el trimestre de octubre a diciembre de este año.
Además de esos 100 megavatios, en octubre estarían fuera los 155 megavatios de Los Mina V y parte de su ciclo combinado y los 46 megavatios de Barahona Carbón (entrará a finales de octubre), así como 200 de los 300 megavatios de AES Andrés, en caso de que cumpla con su promesa de incorporar 100 megavatios antes de finalizar este mes.
“Estamos hablando de que en octubre podríamos tener un desabastecimiento de al menos 500 megavatios y la compensación que podemos hacer es de poco más de 300 megavatios, por lo que la condición de déficit se reduce, pero no se termina”, expresó Jiménez Bichara.
Tras anunciarse la salida de 300 megavatios de AES Andrés y 46 de Barahona Carbón, la CDEEE había estimado un impacto económico de alrededor de US$30 millones mensuales, pero con la incorporación de unidades de alto costo y otras medidas de compensación, el costo de enfrentar el desabastecimiento podría representar no menos de US$49 millones mensuales, hasta que se reciban las compensaciones contractuales de parte de AES Andrés.
Jiménez Bichara recordó que este año el subsidio programado en el Presupuesto Nacional era de US$425 millones, pero que el impacto en los aumentos del precio del petróleo ha provocado un aumento de US$200 millones más.
A eso se agregan los 49 millones que en sentido general implica el impacto de la salida de AES Andrés y la incorporación de unidades de generación de alto costo que presionan el mercado spot, lo cual podría hacer que el subsidio supere los US$770 millones solo para cubrir el déficit financiero de las distribuidoras en cuanto a compra y venta de energía.
A esos aportes se agregan otros sacrificios económicos como el que implica mantener sin variación la tarifa eléctrica para no afectar a la población.
Plantean realización de cumbre energética
Ante la situación de emergencia que presenta el suministro de energía en el país, el ingeniero Milton Morrison planteó la necesidad de hacer una cumbre con el liderazgo político tras afirmar que el problema eléctrico es inminentemente político lo que ha quedado demostrado con el fracaso de una larga lista de iniciativas tendentes a buscar una solución.
El también presidente de la propuesta política País Posible señaló que la muestra más reciente de este letargo es la indefinición del pacto eléctrico que fracasó porque fue un diálogo entre técnicos y académicos.
“No hacemos nada hablando los técnicos cuando los políticos que son los que implementan acciones no escuchan y al parecer les conviene mantener este problema en el que cada año se gastan más de US$500 millones y en vez de mejorías cada vez se agravan los apagones”, indicó.
Especificó que en esa cumbre se podrían abordar la urgente necesidad de licitar 600 MW nuevos a precios competitivos para poder enfrentar la demanda creciente de los próximos 15 años.
Así mismo, serían temas de debate y concertación la reducción de las pérdidas, el establecimiento de una tarifa técnica y la instalación de reservas suficientes para hacer frente a casos inesperados como el actual donde un rayo ha dejado una de las principales generadoras fuera del servicio afectado a más de 500 mil hogares.
Otro tema trascendental al que no se le puede dar más larga y debería ser abordado es a la búsqueda de instalar mayor capacidad de energía renovable para disminuir la dependencia del petróleo.
“Sin electricidad no hay desarrollo. Sólo con energía abundante y barata vamos a desarrollar este país. Con electricidad abundante y a precios competitivos podemos cambiar el parque vehicular de carros y motores eléctricos. Y así reducimos la dependencia a los combustibles”, resaltó Morrison, experto en temas energéticos.