Los Milwaukee Bucks igualaron las Finales de la NBA ante los Phoenix Suns (2-2) y su estrella, Giannis Antetokounmpo, aplaudió la fe y la constancia de su equipo para llevarse un encuentro muy duro y disputado (109-103).
«En el final del partido seguimos creyendo en nosotros», dijo en la rueda de prensa posterior al partido.
«Seguimos ejecutando, poniendo bloqueos, corriendo, capturando rebotes, poniendo tapones. Queremos muchísimo esto (ganar el anillo) y el equipo lo demostró esta noche. Pero tenemos que seguir mejorando. Tenemos que seguir dando pasos adelante y seguir jugando un buen baloncesto», añadió.
Antetokounmpo, que dominó tanto el segundo como el tercer partido de las Finales, rozó el triple-doble con 26 puntos (11 de 19 en tiros), 14 rebotes y 8 asistencias y además puso un tapón providencial y espectacular a Deandre Ayton en la parte decisiva del encuentro.
«Fue un partido duro, un partido duro. No ha sido un partido bonito», admitió.
Esta vez el héroe de los Bucks fue Khris Middleton, excelente con 40 puntos (15 de 33 en tiros), 6 rebotes y 4 asistencias, y que además demostró una gran sangre fría para amarrar la victoria local en los últimos minutos.
Antetokounmpo se rindió al gran rendimiento de su compañero: «Estuvo increíble».
El griego dijo estar «orgulloso» de Middleton, resaltó que confía ciegamente en él, y dijo que sabe que está preparado para meter canastas en los momentos importantes.
La estrella de los Bucks también subrayó la labor defensiva de Jrue Holiday y de Pat Connaughton para tratar de contener a Chris Paul y Devin Booker.
Por su parte, Middleton resaltó el esfuerzo de los Bucks para anotarse la victoria.
«Todos estamos cansados, todos estamos machacados. Tienes que darlo todo y dejarlo todo en la cancha», apuntó.
«Podemos descansar, dormir y recibir tratamiento después del partido. Pero mientras se juega el encuentro, no hay excusas de cansancio. Si estás lesionado no puedes estar ahí. Pero nada más: tienes que darlo todo», agregó.
Las Finales regresan ahora a Phoenix, donde el sábado se jugará el quinto partido en el que los Suns intentarán conservar el factor cancha.