BEIJING (AP) — El primer ministro británico, Boris Johnson, tenía previsto regresar al trabajo tras recuperarse de COVID-19, según anunció su oficina el lunes, mientras gobiernos de todo el mundo tomaban caminos diferentes para reabrir economías y poblaciones.
El mandatario de 55 años, que estuvo una semana hospitalizado, regresaría el lunes a la oficina. Políticos opositores pidieron más claridad sobre cuándo relajaría el gobierno la cuarentena nacional, aplicada al menos hasta el 7 de mayo.
La cifra de muertes atribuidas oficialmente al nuevo coronavirus superó las 200.000 en todo el mundo, una cifra que se cree está muy por debajo de la real. Un segundo barco de la Marina de Estados Unidos, un destructor que navega cerca de Sudamérica, reportó un brote a bordo.
Algunos estados de Estados Unidos suavizaron sus restricciones, mientras que Hawai amplió hasta finales de mayo su orden de confinamiento y la policía de California cerró un parque porque estaba demasiado abarrotado.
Mientras los asesores del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, trabajaban para centrar el mensaje del mandatario menos en el virus y más en la crisis económica que ha provocado, el doctor Anthony Fauci, del Instituto Nacional de Salud, advirtió sobre el riesgo de actuar con demasiada prisa.
“Se oye mucho sobre la necesidad y el deseo de volver a la normalidad. Eso es comprensible”, dijo. “Si no lo controlamos, nunca volveremos a la normalidad. Sé que queremos, pero tenemos hacerlo correctamente”.
Los diferentes países recorrían un terreno incierto, tratando de evitar un repunte del virus y de proporcionar alivio económico y psicológico para la gente recluida en casa. Millones de personas perdieron sus empleos, y en muchos lugares los trabajadores inmigrantes y los pobres se vieron especialmente afectados. De Berlín a Texas, se registraron protestas contra las restricciones.
India permitió este fin de semana que abrieran los comercios de proximidad, aunque no en lugares más afectados, donde se decretaron cuarentenas. La vecina Sri Lanka reintrodujo una cuarentena nacional hasta el lunes tras un levantamiento parcial.
En la ciudad china de Wuhan, donde comenzó la pandemia, todos los grandes proyectos de construcción reanudaron sus actividades, según las autoridades, que intentaban retomar la producción manufacturera y otras actividades tras dos meses y medio de confinamiento.
El brote había remitido en gran parte en China, que reportó el domingo 11 nuevos casos confirmados, sin nuevas muertes.
Corea del Sur, que relajó hace poco algunas normas de distanciamiento social, registró su noveno día seguido con menos de 20 casos nuevos. La pequeña ciudad estado de Singapur, sin embargo, reportó 931 casos nuevos en su lucha contra un brote entre trabajadores inmigrantes alojados en residencias.
En Europa, España se sumó a Italia y Francia al prepararse para suavizar restricciones a principios de mayo, mientras que Gran Bretaña evitaba por el momento hacer cambios en sus medidas mientras la cifra de fallecidos en el país superaba los 20.000. El número no incluye los muertos en residencias, que se cree se cuentan por millares.