Un tribunal federal estadounidense autorizó la adquisición de Time Warner por AT&T, rechazando los argumentos del gobierno de que el acuerdo de 81.000 millones de dólares perjudicará a los consumidores y reducirá la competencia en la industria de televisión.
El fallo de la Corte Federal de Apelaciones de Washington aprueba una de las mayores fusiones en la historia de los medios de comunicaciones. Fue completada el año pasado, luego que un juez federal la aprobó.
AT&T, un gigante del sector celular y proveedor de internet, absorbió Time Warner, matriz de CNN, HBO, el estudio de cine Warner Bros., la serie «Game of Thrones», populares programas deportivos y otros programas codiciados.
Muchos observadores habían esperado la decisión favorable a AT&T del panel de tres jueces, que ratificó el fallo del juez federal de junio. Oponerse a la fusión forzó al Departamento de Justicia a argumentar contra la jurisprudencia que favorece las fusiones entre compañías que no compiten directamente entre sí, algo conocido como fusiones verticales.
La demanda antimonopolios contra AT&T fue la primera vez en decenios en la que el gobierno federal cuestiona esa doctrina.
El tribunal de apelaciones dijo que el juez federal Richard Leon estuvo acertado al desestimar el argumento del gobierno de que la adquisición de Time Warner por AT&T dañaría la competencia, limitaría opciones y elevaría los precios de televisión y películas para los consumidores.
Los abogados del Departamento de Justicia habían afirmado que el juez Leon no entendía las complejidades de la industria de televisión y la naturaleza de los competidores de AT&T.
La idea para la fusión fue ayudar a AT&T, que tiene unos 25 millones de los 90 millones de hogares en Estados Unidos con televisión pagada, a competir mejor con rivales en la internet como Netflix, YouTube y Hulu.