SANTIAGO.-La Iglesia Católica de Santiago pidió ayer cuidado con fomentar el odio entre Haití y República Dominicana, porque ante la realidad migratoria y los hechos de Pedernales debe aplicarse lo que dice la Ley, sin atropellos ni venganza
Camino en su nota editorial, denuncia que hay medios de comunicación que están manejando este problema de forma equivocada.
“¿Qué sería de nuestros hermanos dominicanos dispersos por tantos países, si cuando uno comete un hecho abominable pagaran justos por pecadores?; recordó el vocero católico.
Pidió poner caso ocurrido recientemente en España, en donde una dominicana cometió un crimen contra un niño de ocho años de edad, “acto que nos indigna y nos llena de horror”.
¿Cómo nos sentiríamos si a la pujante y laboriosa comunidad dominicana que reside en diversas ciudades españolas, le dieran un plazo de 24 horas para que abandonen ese hermano país que los ha acogido, por la acción criminal de uno de sus integrantes?, se pregunta Camino.
Afirmó Camino en el editorial que se publica este próximo fin de semana que el momento exige prudencia y moderación.
“Todos estábamos atentos a lo que pasaría en Pedernales el 13 de marzo, debido al ultimátum dado a los ciudadanos haitianos que residen allí para que abandonaran ese pueblo a las diez de la mañana de ese día”, expuso.
Manifestó que era la reacción de los habitantes de ese pueblo por la muerte de una pareja dominicana, cometida por dos haitianos.
Ante este hecho, la Comisión Nacional de Pastoral de Migrantes, de la Conferencia del Episcopado Dominicano afirma: “Nada ni nadie nos da derecho a tomar la justicia en manos contra persona alguna inocente e indefensa, y menos contra migrantes vulnerables no responsables de crimen alguno”.
Y dijo en otro orden, dijo que ante el abominable asesinato de Julio R. Pérez y Neiba F. Urbáez: que las autoridades identifiquen al autor o autores, y apliquen lo que dictan las leyes.