Santiago. El deterioro del puente de la avenida Yapur Dumit, en el sector de Arroyo Hondo, de esta ciudad, ha continuado acentuándose, principalmente por causa de las lluvias ocurridas en los últimos meses, que ocasionan deslizamientos de tierra debajo de la estructura, poniendo en peligro a decenas de familias que residen en sus inmediaciones.
Los derrumbes han afectado varios de los pilares que soportan el peso del puente, construido en 1991 y que comunica, además de Arroyo Hondo, a varios sectores de la zona Sur de esta ciudad, como Villa Magisterial, Los Girasoles, Valle Verde, entre otros.
Algunas familias, que viven en casuchas, próximos al puente e inclusive debajo, han pensado mudarse del lugar por temor al desplome de la obra vial. “Este puente un día puede caerse y matar la gente que vive debajo”, dijo Pedro Paulino, un dirigente comunitario de la zona sur de Santiago.
Los derrumbes son provocados por el desbordamiento de las aguas negras de un imbornal del alcantarillado sanitario de la zona y por las constantes crecidas de la cañada de Arroyo Hondo.
Otro problema que está contribuyendo al deterioro del puente es la gran cantidad de camiones y patanas que cruzan por el lugar, cargados con cientos de toneladas de materiales de construcción. Se estima que entre 2 mil y 3 mil vehículos pesados cruzan todos los días por el puente, cuya vida útil es de 25 años aproximadamente.
Paulino dijo que hace cinco años, una comisión de ingenieros y técnicos del Ministerio de Obras Públicas se trasladó al lugar para la evaluación de los daños provocados por derrumbes e iniciar una reparación de la estructura.
Pero el puente sigue sin recibir las atenciones necesarias, ni siquiera por el hecho de que en los últimos meses el deterioro provocó el cierre de un tramo del vía sobre la estructura. Residentes y transeúntes claman porque los trabajos de reparación se inicien en lo inmediato.
Debajo del puente se observa un enorme hueco, muestra de que sus bases están por desplomándose, como lo han hecho ya varias viviendas que bordeaban el arroyo que corre por debajo.
Gregoria García, residente en la zona, dijo que constituye un enorme peligro el que la estructura del puente no sea intervenida lo antes posible. “Nosotros aquí no tenemos dolientes, porque no hay que ser un experto para darse cuenta de que ese puente no dura mucho para derrumbarse y cuando suceda, podría afectar vidas humanas”, expresó.