REDACCIÓN. Robinson Canó es una de las principales figuras del béisbol actual, un pelotero que ha acumulado unos números redondos y a la vez concluirá su carrera como uno de los más grandes intermedistas del negocio.
El petromacorisano es el primer jugador en la historia del juego que conecta al menos 30 dobles en sus primeras 13 campañas en las Mayores. Solo una leyenda del béisbol ha tenido una racha más extensa en temporadas sucesivas con 30 batazos de dos bases: Stan Musial, una de las grandes luminarias del béisbol, acumulando 16 en temporadas al hilo con 30 o más dobletes (inició esa racha en 1942 y concluyó en 1958).
Canó entra al quinto año de un contrato de 10 temporadas por 240 millones de dolares con los Marineros de Seattle. Con un físico envidiable a sus 35 años, los registros del segunda base criollo son impresionantes (.305-301-1183, 1144 anotadas, 512 dobles, 2376 hits, .494 slugging, .848 OPS). Su promedio anual es de 183 imparables, 23 jonrones y 91 remolcadas. A parte de esos registros, suma ocho Juegos de Estrellas, cinco Bates de Plata, dos Guantes de Oro y dos premios al intermedista Defensivo del Año. Cualquier jugador de su posición envidiaría esos números en sus primeras 13 campañas.
Las estadísticas globales del dominicano son extraordinarias. Canó tuvo sus mejores años con el conjunto de los Yankees. Un estadio favorable para los bateadores, pero con la presencia de los fanáticos y los medios más exigentes del universo. El criollo compiló sus mejores registros, incluyendo cinco temporadas seguidas de al menos 25 cuadrangulares (2009-2013) y tres campañas de más de 100 impulsadas.
En el 2016 tuvo su año más redondo con los Marineros (.298-39-103), 107 anotadas, 195 hits, 349 bases alcanzadas. Esa temporada consiguió sus mejores registros históricos en jonrones y bases alcanzadas, no obstante accionar la mitad de sus partidos en un estadio, el Safeco Field, que no es favorables para los jonrones.
Una ventaja para el dominicano es que no tiene encima la presión de las grandes ciudades donde se juega y se vive el béisbol. No obstante su gran contrato se ha ganado el respeto en Seattle, pues es un jugador dedicado al béisbol. Ha demostrado ser un pelotero saludable, promediando 154 juegos por año. Su contextura física y disciplina le permitirán jugar a un buen nivel hasta cerca de los 40 años o al menos tener unas cinco temporadas de calidad.
Canó tiene amplias posibilidades de alcanzar los 3000 imparables (necesita promediar 125 hits por los próximos cinco años). Solo tres intermedistas han disparado más de tres mil incogibles (Eddi Collins, Nap Lajoie y Craig Biggio). Está en el círculo de los que han conectado 300 cuadrangulares junto a Jeff Kent y Roger Hornsby, dos han conectado 600 dobles (Biggio y Lajoie) y cinco defensores de la segunda almohadilla han empujado 1300 carreras.
Al día de hoy está ubicado entre los grandes jugadores de la posición cuatro, ocupando el segundo lugar en jonrones (301), empatado con Roger Hornby, y en bases por bolas intencionales (104). Canó está colocado tercero en slugging (.494), quinto en OPS (.848), sexto en dobles (512) y extra bases (846), séptimo en promedio de bateo (.305), noveno en remolcadas (1183) y décimo en bases alcanzadas (3857).
Un año promedio y saludable permitirá a Canó alcanzar los 2000 juegos jugados (1998), 1200 carreras anotadas (1144), llegar a 2500 hits (2376), 4000 bases alcanzadas (3857) y 1200 remolcadas (1183).
Acompañado de salud, y cinco temporadas decentes, Robinson Canó finalizará como el intermedista con los números más completos en la historia del juego.