Jimaní, prov. Independencia.- En el Día Internacional para la erradicación de la pobreza, organizaciones de base comunitaria, iglesias evangélicas, iglesia católica, iglesia episcopal, juntas de vecinos, comerciantes, agricultores, ganaderos y ONG´s de la Prov. Independencia se reafirmaron en visibilizar la situación de vulnerabilidad en la que viven miles de personas que son privadas de una vida digna en la frontera y para recordar que la pobreza persistente es una negación de los Derechos Humanos y que su eliminación exige más que simples obras puntales.
El mejoramiento del bienestar de las personas debería constituir la base de los esfuerzos de nuestros gobernantes para poner fin a la pobreza y en particular a la extrema pobreza. En una región, como la región Enriquillo que es la más necesitada del país, y en una provincia como Independencia, que tiene una tasa de pobreza del 72.9% y de extrema pobreza del 38%, no debemos olvidar que el gran problema para sus habitantes está estrechamente vinculado a la humillación y la exclusión. Mientras las personas que viven con carencias básicas sin cubrir, continúen sufriendo la discriminación, la humillación y la exclusión, sus derechos fundamentales continuarán siendo vulnerados y su acceso a necesidades básicas limitado.
Como miembros de la sociedad civil nos sentimos alentados por la declaración de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas para “Poner fin a la pobreza en todas sus formas y en todas partes”, ya que reconoce claramente que las personas que viven en la penuria sufren más que una simple falta de ingresos. Cuando el compromiso asumido por las Naciones Unidas, y que República Dominicana ha suscrito, de que “nadie sea dejado de lado” sea puesto en ejecución de manera efectiva, podrán crearse las condiciones para construir sociedades en paz e inclusivas. Esto exige un cambio que debe asegurar la participación plena y efectiva de las personas que viven en la pobreza, en particular en las decisiones que afectan a su vida y su comunidad.
Durante años los habitantes de comunidades como Jimaní vienen sufriendo la falta de acceso a servicios públicos básicos como luz y agua, calles sin asfaltar, hospitales cerrados durante más de dos años, falta de especialistas médicos, tasas de desempleo superiores al 75%, desnutrición infantil y de personas envejecientes del 21%, carencias de escolarización y acceso a educación para adultos de un 43.4%, y todo ello a pesar que el art. 10 de la constitución de República Dominicana contempla: “se declara de supremo y permanente interés nacional la seguridad, el desarrollo económico, social y turístico de la Zona Fronteriza, su integración vial, comunicacional y productiva, así como la difusión de los valores patrios y culturales del pueblo dominicano”.
Por todos estos motivos anteriormente expuestos, las organizaciones de la sociedad civil de la prov. Independencia ponen de manifiesto su compromiso por denunciar la situación de abandono que llevan sufriendo sus habitantes y lanzan un mensaje de esperanza con motivo de este Día Internacional para la erradicación de la pobreza: “Juntos, podemos poner fin a la humillación y a la exclusión, Juntos, podemos poner fin a la pobreza en nuestras comunidades”.