La Conferencia del Episcopado Dominicano cuestionó este martes la falta de seguridad, que consideran existe en la frontera entre la República Dominicana y Haití.
Entienden que la línea limítrofe no debe ser un escenario de corrupción, «donde los llamados a custodiarla se conviertan en mercenarios».
Pregunta: ¿por dónde entran los ilegales haitianos? ¿quiénes les permiten entrar sin la debida documentación? ¿qué pasa durante el proceso de detención de los indocumentados? ¨.
Las cuestionantes fueron formuladas a través de un documento enviado a los medios de comunicación, denominado políticas migratorias y dignidad humana, donde también se refieren a la medida del gobierno, que dispuso la ejecución de un operativo con el objetivo de repatriar hasta 10 mil indocumentados haitianos por semana.
La entidad religiosa aboga para que las detenciones y posteriores deportaciones sean aplicadas respetando la dignidad humana.
La Iglesia Católica considera, además, que la República Dominicana, como nación cristiana, debe evitar que se presenten situaciones dolorosas que afecten a los migrantes, como el trato injusto, las deportaciones arbitrarias y las separaciones familiares.
Recuerda que como país le han extendido la mano solidaria al pueblo haitiano ante cualquier catástrofe, por lo tanto, exhorta a mantener esa actitud caritativa.
A la comunidad internacional, la Conferencia del Episcopado le pide que no se olvide de Haití, cumpliendo con los acuerdos concertados en diferentes foros y que tienen como objetivo superar la crisis humanitaria, social, económica e institucional que el país vecino está enfrentando.
La Conferencia del Episcopado Dominicano concluye su escrito, pidiéndole a Dios que conceda a todos, la sabiduría para discernir su presencia en los migrantes, y la valentía para actuar conforme a su voluntad, construyendo puentes de esperanza y fraternidad.