Un estimado de 10 mil tareas de tierra de producción agrícola y otras tres mil de pasto, para la ganadería, serían impactadas negativamente en el distrito municipal Cañongo, en la provincia Dajabón, si en territorio haitiano materializan el canal de riego que busca desviar el agua del río Masacre a esa nación.
De esos predios dependen más de 300 personas que se dedican a la siembra de arroz, coco, plátanos, auyama, maíz, yuca y otros frutos, que son irrigados con agua del afluente en conflicto entre la República Dominicana y Haití.
Jesús González, hablando en representación de la Asociación de Productores de La Jagua en Cañongo, advierte que la agropecuaria de esa zona desaparecería si en el país vecino insisten en la obra hídrica.
«Son más de 10 mil tareas que están más abajo del canal en Haití que no estarán recibiendo agua», asegura el dirigente campesino.
Agregó que la ganadería también será afectada por el canal en territorio haitiano. Destacó que Cañongo es una de las localidades en la Línea Noroeste mayores productoras de leche.
Otro daño potencial que traería consigo el desvío del cauce del Masacre es que ocasionaría inundaciones en toda la parte baja de Dajabón y Montecristi.
La mayoría de frutos que son cosechados en Cañongo son comercializados en el mercado binacional de Dajabón.
La Asociación de Productores de La Jagua manifestó su apoyo a la disposición gubernamental, sobre el cierre de las fronteras con Haití, en rechazo a la construcción de un canal.
Sin embargo, destacan la importancia del mercado haitiano para ellos, por lo que esperan que ambos gobiernos lleguen a un acuerdo, sin afectar el curso de agua que atraviesa por su localidad.
Productores de Dajabón fueron los primeros que alertaron al Gobierno dominicano sobre posibles consecuencias ante la construcción del canal para desviar el agua del río Masacre a territorio haitiano.
Además, otros predios afectados por la obra hídrica se sitúan en Carbonera, de Montecristi, así como La Vigía y el kilómetro 4 en Dajabón.
Muro de gaviones
Los productores de Cañongo explicaron que el agua del río Masacre está penetrando a los predios agrícolas de la zona, por falta de un muro de gaviones de unos 500 metros.
Aseguran que debido a esa situación las áreas de cultivo de algunos de los productos de la agropecuaria se están dañando.
Piden a las autoridades realizar esa obra, así como retirar el sedimento del Masacre a su paso por Cañongo.
De acuerdo a un levantamiento realizado por los productores en junio del 2022, esa obra era construida en ese momento por un monto de dos millones de pesos.
Cierre de la frontera
El río Masacre nace en la zona de Loma de Cabrera, en la montaña denominada Pico del Gallo, y desemboca en la bahía de Manzanillo. Durante su trayectoria, el afluente atraviesa la comunidad de Juana Méndez, territorio haitiano donde es construido el canal.
La obra llevó a que el Gobierno dominicano cerrara la frontera con ese país, con el objetivo de que sea detenido el proyecto, por carecer de detalles técnicos de la ingeniería.
Además, alegan que el proyecto viola los tratados internacionales firmados entre las autoridades de ambos países.