NUEVA YORK (AP) — A pesar de algunas señales de esperanza de que la tasa de infecciones comienza a estabilizarse, Nueva York registró su peor semana desde que inició el brote de coronavirus. Las autoridades anunciaron el domingo que el número de muertos en la entidad superó los 700 por seto día consecutivo.
En tanto, el alcalde de la ciudad de Nueva York Bill de Blasio y el gobernador Andrew Cuomo, ambos demócratas, continúan en desacuerdo respecto al plan del alcalde de mantener cerradas las escuelas de la ciudad al menos durante el resto del año académico. El gobernador señala que es muy pronto para anunciar dicha medida.
Hacia el final del sábado, Nueva York registró 758 fallecimientos por el virus, otro día devastador en una semana repleta de ellos.
Al menos 5.226 personas murieron en la entidad en la semana que concluyó el sábado, para un total de 9.385 decesos desde que inició el brote.
El aplastante peso de la situación se refleja en las calles de la ciudad de Nueva York, en donde los remolques refrigerados que fungen como morgues temporales se han vuelto una visión habitual fuera de los hospitales más afectados.
Pero hay indicios de progreso. El número de personas hospitalizadas a causa del virus se ha estabilizado, con cerca de 18.700 pacientes hasta el sábado. La cifra significa un aumento de apenas 73 respecto al día anterior.
Después de visitar un asilo de ancianos cerca de Albany y de gritar su agradecimiento y apoyo al personal, que escuchaba detrás de las ventanas cerradas del lugar, Cuomo dijo a los reporteros que mantiene la esperanza de que haya mejores noticias antes de que finalice la primavera.
El virus ha arrasado sin encontrar mayor resistencia en los asilos de ancianos de Nueva York, donde han muerto casi 1.900 pacientes hasta el sábado.
Las medidas como prohibir el ingreso a visitantes no han podido frenar el virus. Más de 5.500 residentes en 338 instituciones de atención geriátrica han dado positivo al coronavirus. Existen cerca de 96.000 residentes en 613 asilos de ancianos registrados en la entidad.
A nivel nacional se han reportado 2.700 muertes de COVID-19 en asilos de ancianos.
En tanto, Cuomo y de Blasio mantuvieron su desacuerdo el domingo en torno al anuncio del alcalde sobre que los 1,1 millones de estudiantes en el distrito escolar más grande del país no volverían a las aulas en lo que queda del ciclo escolar.
De Blasio anunció el sábado que decidió que es demasiado peligroso que los alumnos vuelvan a las aulas, incluso si la propagación del virus desacelera en los próximos dos meses.
En tanto, sindicatos de profesionales de la salud siguen criticando lo que aseguran es un desabasto de equipo de protección personal en los hospitales.
La Asociación de Enfermeros del Estado de Nueva York denunció escasez de ventiladores, mascarillas, guantes y caretas, según una carta enviada el sábado al departamento de Salud estatal.
“Nuestros enfermeros siguen reportando condiciones de trabajo peligrosas que los exponen a ellos y a otros trabajadores a infecciones y enfermedades debido a que no cuentan con suministros suficientes”, indicó la misiva.
La principal asesora de Cuomo, Melissa DeRosa, dijo el domingo que la cadena de suministros de dichos productos ya debería haber mejorado al punto en que los hospitales ya no tendrían que racionar su inventario.
“Existen cierta falta de comunicación entre los hospitales y los enfermeros en la primera línea”, dijo DeRosa en un informe. “Tenemos lo que creemos deberíamos tener y los hospitales aseguran lo mismo”.