Sao Paulo (EFE). El exmandatario brasileño y ministro de la Presidencia Luiz Inácio Lula da Silva fue largamente ovacionado al sumarse hoy a la manifestación celebrada en Sao Paulo a favor del Gobierno y en defensa de la democracia, una marcha celebrada en 26 de los 27 estados brasileños El expresidente se unió a la concentración hacia las 19.00 hora local (22.00 GMT), tres horas después del comienzo de la marcha, que reúne a más de 100.000 personas en la céntrica Avenida Paulista, según los organizadores.
Lula fue aclamado por una marea de simpatizantes que vestían camisetas rojas, color que identifica a los movimientos sociales en Brasil y al Partido de los Trabajadores (PT), formación a la que pertenecen el expresidente y su sucesora y ahijada política, Dilma Rousseff.
El mandatario, investigado por corrupción y quien la víspera tomó posesión como ministro de la Presidencia, en medio de fuertes críticas de la oposición, ya había advertido que combatiría a los “sectores conservadores” desde las calles y al lado de los movimientos sociales.
Lula hizo esa afirmación el pasado 4 de marzo, cuando la Policía le obligó a declarar por su presunta implicación en el gigantesco escándalo de corrupción de la petrolera estatal Petrobras. La manifestación se desarrolló en general de manera pacífica, pese a un pequeño enfrentamiento entre simpatizantes de Rousseff y Lula y un grupo de unas cinco personas contrarias al Ejecutivo que permanecían en la Avenida Paulista.
Los manifestantes repetían la consigna “No habrá golpe”, en referencia al juicio político con fines de destitución en el Congreso que amenaza el mandato de Rousseff, y despotricaron contra el presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha.