Cuando en 2013 los escuchas escribían los reportes de Rafael Devers, con 16 años, la mayoría coincidía en que era el bateador más fino en una clase que incluía a Eloy Jiménez, Gleyber Torres, Ozzie Albies y Willi Castro. Decían que su techo era de 15-20 H4 y Daniel Murphy era el jugador con el que lo comparaban.
Hoy, con 22 años y en su tercer curso en las Grandes Ligas, Devers culmina una temporada en la que acumula 5.3 victorias sobre jugador reemplazo en FanGraphs (fWAR), una temporada en el rango de súper estrella.
Lázaro “Rudy” Santín, que fue cazatalentos por 30 años con los Yanquis, Rays y Gigantes, había emprendido tienda aparte como entrenador independiente y con Devers convenció a los Medias Rojas de darle US$1,5 millones.
Devers es hoy de las luces que iluminan la gris temporada para unos Medias Rojas que solo un milagro lo llevaría a defender la Serie Mundial, con una línea ofensiva de .311/.363/.557 en bateo, porcentaje de embasarse y extrabases (slugging).
Los 29 jonrones que lleva hacen lucir mal a los que ponían su techo en 20 y los 50 dobles (líder de la Liga Americana) disparan su número de extrabases a 83, con espacio para romper la marca de 86 que tiene Ted Williams con el equipo antes de cumplir los 23 años.
Hasta los números defensivos de Devers han mejorado, los tradicionales (de 24 a 22 errores) y los de última generación (su UZR ha subido de -4.5 en 2018 a 1.8 en 2019).
Así lo proyectaba
A Santín no le sorprende lo que hace Devers, si bien recalca que los peloteros dominicanos están firmando por menos dinero del que merecen.
¿Creía que Devers sería el pelotero de este año?
“Sin duda, es más, yo nada más lo vi coger 12 swings (antes de reclutarlo), era el swing más lindo que yo había visto, con el ritmo de bateo más lindo”, dice Santín y luego comienza a describir las condiciones humanas del nacido en Samaná, como la humildad y disciplina.
“(Es) tremenda persona, tremendo muchacho, me siento súper orgulloso de la temporada que está haciendo, es una persona con un espíritu alegre, un muchacho sano, todo lo que está haciendo, eso es lo que yo esperaba de él”, dice Santín, cubano que llegó a los Estados Unidos apenas gateaba a principio de la década de 1960 una vez triunfó la revolución en la mayor de las Antillas.
Tras Devers, Santín no ha parado de identificar talento premium, como Wander Franco (firmado en 2017 por US$3.8 millones y hoy colocado como el principal prospecto del béisbol) que la semana pasada convirtió al cazatalentos en el primero que logra formar a dos primeras selecciones del draft de Lidom.
Devers lo fue por el Escogido en 2016. Y ya Santín alerta de que Orelvis Martínez, que recibió el bono más alto en 2018 con US$3,5 millones, le pondrá el listón más alto al resto de entrenadores, pues vaticina que será una selección de primera ronda en la liga local.
¿Alcanzó su techo?
“Bueno, yo creo que él va a tener mejor de ahí. Él va a tener temporadas increíbles, un muchacho de buena conducta, tiene tremendo poder, además de tener tremendo poder les batea lo mismo casi a los zurdos que a los derecho”, dijo el entrenador.