MOSCÚ (AP) — Un avión ruso se incendió el domingo mientras aterrizaba de emergencia en el aeropuerto Sheremetyevo de Moscú, lo que dejó al menos 40 muertos, informaron las autoridades.
El Sukhoi SSJ100, operado por la aerolínea nacional Aeroflot, llevaba 73 pasajeros y cinco tripulantes cuando tocó tierra y se desplazó por la pista en llamas.
En una reunión con la prensa el lunes en la madrugada, Elena Markovskaya, portavoz de la Comisión Investigadora de Rusia, indicó que 41 personas fallecieron en el accidente. Sin embargo, la ministra de Salud Veronika Skvortsova dijo posteriormente que 38 personas sobrevivieron, lo que implica que murieron 40.
En tomas de video pudo verse a pasajeros desesperados saltando desde la nave por un tobogán inflable y luego corriendo por la pista, algunos de ellos con equipaje.
El avión, que partió del aeropuerto de Sheremetyevo hacia la ciudad norteña de Murmansk, regresó por razones técnicas no especificadas e hizo el aterrizaje forzoso que desató las llamas, indicó el aeropuerto en un comunicado.
En un video publicado posteriormente por la televisión rusa se ven llamas que salen de la parte inferior del jet al tocar tierra y rebotar. Aparentemente no hubo tiempo para que la tripulación se deshiciera del combustible antes de aterrizar de emergencia.
El SSJ100, también conocido como Superjet, es un bimotor regional que comenzó a operar en el 2011 entre grandes vítores como señal de que la atribulada industria aeroespacial rusa estaba repuntando. Sin embargo, la reputación del avión sufrió un golpe cuando se descubrieron defectos en algunos estabilizadores horizontales.
La aeronave involucrada en el accidente del domingo recibió mantenimiento a principios de abril, señaló su fabricante, Sukhoi Civil Aircraft.
El piloto tenía unas 1.400 horas de experiencia volándolo, indicó Aeroflot.
En gran medida este avión se usa en Rusia como reemplazo de aeronaves anticuadas de la era soviética, aunque también lo utilizan aerolíneas de otros países, como Armenia y México.
Es el segundo accidente mortal de uno de estos aviones. En el 2012, un vuelo de prueba con 45 personas a bordo chocó contra una montaña en Indonesia sin dejar sobrevivientes.