Santiago.- En más de 12 mil metros cuadrados de la icónica avenida Hermanas Mirabal fue creado un circuito de salud con maquinarias para gimnasio al aire libre, sendero coloreado para caminantes y corredores; y espacios para actividades comunitarias. El Boulevard Hermanas Mirabal está ambientado con bancos y jardines que tendrán regadíos permanentes para cuidar la tradicional flora de la zona.
El proyecto eco amigable está enmarcado en la visión ambiental de la Corporación Zona Franca Santiago, institución que sustentó la obra con un aporte que supera los 30 millones de pesos; ejecutada junto al Ayuntamiento de Santiago.
‘’Con sumo entusiasmo y para hacer equilibrio en la balanza ambiental, en el marco de los 45 años de la institución, estamos entregando la remodelación del Parque a las comunidades que confirman una importante riqueza cultural e histórica de esta franja de la ciudad’’, expresó durante su discurso Miguel A. Lama, presidente del consejo directivo de la Corporación Zona Franca Santiago (CZFS), donde además enfatizó que este proyecto forma parte de un legado que transciende a través de los tiempos.
El empresario invitó a las familias del entorno a ser embajadoras del cuidado y la vigilancia del lugar, a fin de preservar un espacio verde destinado a la convivencia y la salud ambiental de la urbe santiaguera.
En un acto celebrado al aire libre, el alcalde de Santiago, Abel Martínez Durán formalizó la reinauguración del parque en el área reconocida por ser ícono de las heroínas de Ojo de Agua.
El diseño y supervisión del proyecto fue realizado por el equipo de arquitectos e ingenieros que forman parte de la Corporación y ejecutado por la constructora Mera Fondeur. El mismo está compuesto por 6 manzanas cada una de las cuales tiene un concepto temático: las dos primeras manzanas abarcan lo institucional y conmemorativo representados por los bustos realizados por el artista Jhoan Alberty Padilla. La tercera es el área infantil, identificada por dos pórticos en gran altura que rematan visualmente las vías que provienen de ambos barrios y que hacen alusión a la típica casa dominicana, generando entre sí un espacio de juegos. En la cuarta y quinta tenemos el circuito de Salud con su escultura identitaria denominada “Evolución”, por su autor el Arq. Eduardo Ortega, evocando una figura esbelta lograda a través de una vida saludable; también dispone de un área para la práctica de zumba. La sexta y última manzana o “Plaza Cívica” alberga espacios para las actividades comunitarias y juegos de mesa y su elemento distintivo está inspirado en una mesa de ajedrez en diferentes niveles, finalizando con un anfiteatro para uso y disfrute del ciudadano