SANTO DOMINGO. Financiar la agenda 2030 a nivel nacional requiere acciones integradas, coordinadas y centradas en la optimización de los recursos disponibles.
También la identificación de brechas de financiamiento y la movilización de los recursos necesarios de los diferentes sectores, así como definir el tipo de abirdaje que a nivel nacional se tomará para desarrollar una estrategia de financiamiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles.
La información la ofreció Melisa Bretón, oficial de la Unidad de Desarrollo Humano Sostenible del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Según las informaciones ofrecidas, República Dominicana es uno de los ocho países de la región que, a tres años de haberse adoptado la agenda, ha tenido avances mediante la creación de un mecanismo nacional para el seguimiento, asi como la alineación de los objetivos de la Estrategia Nacional de Desarrollo la agenda 2030 en 72%.
También la República Dominicana exhibe avances en la realización de hojas de rutas para ODS específicos como el ODS 1: Fin de la pobreza; ODS 2 Hambre cero; ODS 5 Igualdad de género y el ODS 12 Producción y Consumo Sostenible.
En la actividad, el representante residente del PNUD, Lorenzo Jiménez de Luis, dijo que para lograrlos ODS toda la sociedad debe unirse para enfrentar los desafíos de la agenda 2030.
«Este informe presenta un instrumento para visualizar la relación entre los ODS y el presupuesto nacional», expresó De Luis.
Agregó que con los instrumentos planteados en el informe se espers identificar las brechas financieras por objetivo y metas, con la finalidad de estimular el debate y contribuir en las discusiones en el plano Nacional relacionada con el tema de financiamiento, cuyos resultados son exclusivos para el país, segun Lorenzo Jiménez de Luis.
Se le explicó a los presentes que la República Dominicana se encuentra en la difícil posición de ser considerado país de renta media alta, pero con brechas persistentes y desafíos emergentes como lo es el cambio climático, acceso a la tecnología e innovación y la reducción de las desigualdades estructurales en la dimensión social, como la prevalencia de desnutrición de 10.8% versus 2.7% en países de renta alta.
También el empleo vulnerable en mujeres jóvenes de 15 a 24 años de 46% versus 8.6% en países de renta alta; la tasa de embarazo en adolescentes de 15 a 19 años es la más alta de la región y la mortalidad materna es el doble de lis países de su clasificación.
Mientras que en la dimensión de Medio Ambiente, se refleja que en el país existen especies amenazadas, estoel número de plantas: 11,143 versus 2,529 en países de renta alta, segun datos del Banco Mundial 2018 presentado en la actividad.