Cheung y tres amigos realizaban un viaje al parque Ha Pak Lai el sábado, cuando vieron el arroyo Tsing Dai en Tuen Mun, decidieron tomarse unas fotos, por lo que eligió un lugar al borde de una cascada en el sitio de Pineapple Mountain del parque, sin embargo, aparentemente perdió el equilibrio y cayó alrededor de cuatro metros.
Eran alrededor de las cinco de la tarde cuando el accidente ocurrió, y fue cuando sus amigos llamaron a de inmediato a los servicios de emergencia, quienes rápidamente llegaron al lugar y la llevaron al hospital, donde fue declarada muerta a su llegada.
La popular mujer de 32 años era conocida por las fotos de los hermosos lugares que frecuentaba haciendo senderismo, kayak y surf.
Para algunos sus fotografías eran intrépidas mientras que para otros eran arriesgadas, sin embargo las maravillosas postales encantaban a sus fans, en su cuenta de Instagram ya tenía más de 6.200 seguidores a pesar de que recién había abierto su cuenta en febrero de este año.
Entre las fotografías Sofía se mostraba en la playa, montañas sinuosas y a menudo compartía fotos de ella colgando de los bordes de los acantilados, así como escalando lugares de difícil acceso.
En su cuenta plasmó el lema: “La vida debería ser divertida, no tonta”. Y describía que amaba hacer senderismo, explorar, kayak, realizar actividades al aire libre y que era aficionada a la fotografía.
La última foto de Cheung en Instagram fue del 9 de julio, donde se mostraba sentada en las olas mientras sostenía una tabla de surf y escribió para acompañar la el post: “Se acercan mejores días. Se llaman: sábado y domingo”.
“¡Sophie! No puedo creer que la semana pasada todavía charlara contigo”, escribió una de sus amigas, “Descanza en paz”, añadieron muchos otros.
“RIP, no quiero creer que esto te haya pasado”, “Te amo siempre. Descansa en paz mi linda Sofi”, fueron los mensajes que le dedicaron otros más.
Mueren más personas sacándose fotos que por ataques de tiburones
Entre octubre de 2011 y noviembre de 2017, al menos 259 personas murieron sacándose selfies en diferentes lugares del mundo, cifra que quintuplica los 50 fallecidos por ataques de tiburón en el mismo período. Según consignó una publicación del Journal of Family Medecine and Primary Care, la tendencia va en aumento.
Y aunque las mujeres sean las que más selfies se toman, son hombres jóvenes, con predisposición a comportamientos de riesgo, los que ocupan tres cuartas partes de las estadísticas mortales. Mueren en choques, ahogamientos, caídas o accidentes con armas de fuego.
India, con sus 800 millones de celulares, tiene el récord mundial en muertes por selfie en este período, con 159 decesos, más de la mitad del total. Le siguen Rusia, los Estados Unidos y Pakistán.
El hecho de que tantos jóvenes en India murieran atropellados por un tren o ahogados luego de que su embarcación se hundiese al momento de tomarse una foto, llevó al país a establecer “zonas libres de selfies”, dieciséis de ellas en Bombay.
Rusia, en tanto, sumó 16 muertes en el mismo período. En busca de la selfie perfecta, ciudadanos rusos murieron al caer de puentes, edificios altos o disparándose a sí mismos, tanto que en 2015, la policía rusa publicó un guía de “selfies sin peligro”, en la que advertía a la población que “una selfie llamativa puede costarte la vida”.
En los Estados Unidos, con 14 muertos en los años revisados por la publicación, se registraron la mayor parte de las selfies mortales por accidentes con armas de fuego. El parque nacional del Gran Cañón del Colorado también fue escenario de tragedias con turistas que cayeron al vacío al tratar de autorretratarse. En las montañas de Croacia, los equipos de socorro urgieron a los turistas en Twitter a “parar de tomarse selfies estúpidas y peligrosas”, luego de que un canadiense sobreviviera de forma milagrosa a una caída de 75 metros en la región de los lagos de Plitvice.
En tanto, la consternación abatió a los miles de seguidores de Gigi Wu, una celebridad de las redes sociales en Taiwán conocida por escalar montañas y posar en biquini en las cumbres, que murió al caer en un barranco durante una escalada en su país natal.