El Tribunal Superior de Justicia emitió el fallo a solicitud de los abogados de Lula, que pidieron anular la condena por corrupción del exmandatario o reducir su sentencia. Los cuatro jueces de la sesión votaron de manera unánime a favor de ratificar la condena pero con una sentencia menor, de 12 años y un mes, a ocho años y 10 meses.
La reducción de la sentencia abre la puerta para que Lula salga de su celda a finales de este año.
De acuerdo a las leyes de Brasil, una vez completada al menos una sexta parte de la sentencia, los prisioneros pueden solicitar cumplir el resto de su condena en arresto domiciliario o bajo un “régimen semiabierto” en el que los reclusos salen a trabajar pero duermen en la cárcel. Lula fue encarcelado en abril de 2018 y en septiembre habría cumplido la sexta parte de su sentencia reducida.
Lula, quien fue presidente entre 2003 y 2010, fue condenado por corrupción y lavado de dinero a causa de un departamento frente al mar que, la fiscalía asegura, recibió de una compañía constructora a cambio de obtener lucrativos contratos del gobierno.
Lula y su Partido de los Trabajadores afirman que es inocente y han dicho que fue perseguido por sus enemigos políticos para impedir que se postulara nuevamente a la presidencia. Otros creen que se hizo justicia con un político corrupto.
El exmandatario es la figura más relevante en ir a prisión como resultado de la “Operación Autolavado” de combate a la corrupción y que ha involucrado a decenas de políticos y empresarios brasileños.