MINNEAPOLIS (AP) — Cuando sus fanáticos comenzaron a corear el himno del equipo y su dueño levantó el Trofeo Vince Lombardi, los Eagles respiraron finalmente con tranquilidad. Y tal vez sólo entonces creyeron lo que había sucedido.
Filadelfia había vencido a la dinastía de Tom Brady y de los Patriots en un Super Bowl de ataques tan vertiginosos y prolíficos que impusieron un récord.
Nick Foles lanzó un pase para que Zach Ertz anotara el touchdown de la ventaja a 2:21 minutos del final, y los Eagles vencieron sorpresivamente el domingo 41-33 a Nueva Inglaterra, con lo que ganaron el Super Bowl por primera vez en la historia.
“Hemos jugado este deporte desde que éramos niños y soñábamos con este momento”, dijo Foles, nombrado el Jugador Más Valioso del encuentro. “Hay muchos niños que vieron el partido, que sueñan con este momento y que lo vivirán algún día”.
Foles, quien debió tomar las riendas del ataque en diciembre tras la grave lesión de rodilla que sufrió el titular Carson Wentz, le puso final feliz a su cuento de hadas. Los Eagles hicieron lo propio, con un repunte desde el último lugar de su división hasta la conquista del Trofeo Vince Lombardi.
La campaña anterior, Filadelfia tuvo una foja de 7-9. Ahora, es monarca de la NFL, algo que no conseguía desde 1960, cuando no existía el Super Bowl.
“Si hay una parada para definir esto es ‘todo’. Esto significa todo para los fanáticos de los Eagles en todo el mundo. Y a ellos se lo dedicamos”, comentó el dueño del equipo Jeffrey Lurie.
Jamás dos rivales en un encuentro habían acumulado tantas yardas en forma combinada. Paradójicamente, el duelo se definió con una jugada defensiva, cuando Brandon Gaham despojó del balón a Tom Brady. Derek Barnett lo recuperó con 2:09 minutos por jugar, lo que dejó listo el escenario para un gol de campo de Jake Elliott, que estiró la diferencia a ocho puntos.
Tom Brady y los Pats, que un año atrás habían logrado una remontada sin precedente ante los Falcons de Atlanta, revirtieron esta vez un déficit de 12 puntos, pero no pudieron coronar la proeza. Intentaron una última ofensiva, buscando el touchdown y la conversión para obligar a lo que hubiera sido la segunda prórroga seguida en un Super Bowl, pero todo terminó con un pase incompleto que Brady lanzó a la desesperada hacia la zona de anotación
Cuando parecía que Filadelfia se derrumbaría tras quedar abajo en el marcador, Foles encabezó una ofensiva de 75 yardas y 14 jugadas. Su envío a Ertz representó un avance de 11 yardas, culminado por una zambullida del tight end a la zona de anotación.
Fue necesario consultar largamente la decisión, para determinar que Ertz no perdió el balón sino hasta que éste había rebasado los límites de la zona prometida.
“Si hubieran revertido esa decisión, no sé qué habría pasado en la ciudad de Filadelfia”, manifestó Ertz. “Pero me alegro de que no lo hayan anulado”.
En resumen, Foles lideró un ataque al estilo de los muchos que ha conseguido Brady, cinco veces monarca del Super Bowl y nombrado la víspera el Jugador Más Valioso de la NFL.
“Me sentía tranquilo. Quiero decir que he tenido a un gran grupo de compañeros y entrenadores”, recalcó Foles. “Nos sentíamos confiados en el comienzo del partido, y simplemente jugamos con todo al fútbol” americano.
En el duelo de ataques vertiginosos, sacó la mejor parte un quarterback sustituto, que quedará inmortalizado en Filadelfia tras lanzar para 373 yardas y tres anotaciones. Por si fuera poco, atrapó un pase de anotación en una jugada sorpresa y en cuarta oportunidad.
Nueva Inglaterra parecía en cambio lista para obtener su sexto cetro en el gran partido. Brady, en su octavo Super Bowl igual que el entrenador Bill Belichick, pasó para 505 yardas, un récord de estos partidos, y completó tres envíos de anotación, incluido uno de cuatro yardas a Rob Gronkowski, que empató el duelo.
Stephen Gostkowski convirtió el punto extra para que Nueva Inglaterra tomara la ventaja por primera vez en el duelo, por 33-32.
Pero luego vino la serie consagratoria de Foles. Y los Eagles no temblaron, como lo hicieron los Falcons un año atrás.
Las 1.151 yardas combinadas fueron la mayor cifra en un partido de la NFL durante la era moderna. Las 505 de Brady representaron la cantidad más alta en cualquier partido de playoffs.
El duelo ofensivo fue tan enloquecido que incluso Foles atrapó un pase de anotación. Brady estuvo cerca de hacer una recepción, pero un pase de Danny Amendola se le escurrió entre los dedos.