Venezuela. Finalizaban los años 50 del siglo XX y los venezolanos vivían los últimos días de una dictadura militar.
La Vaca Sagrada, un Douglas C-54 Skymaster, modelo usado también por EE.UU. como avión presidencial, enciende sus cuatro motores. La base aérea La Carlota, ubicada al este de la ciudad de Caracas, está en tinieblas. Son las dos de la madrugada y es el jueves 23 de enero de 1958.
El mayor José Cova Rey ha encendido la aeronave con premura, sabe que se le acaban las dos horas de plazo solicitadas por el dictador a sus adversarios.
El avión deja el hangar, taxea la pista y busca la cabecera. Cova lo hace calculando las distancias y mirando desde la cabina. Las luces de balizaje nocturno no se han encendido para evitar que las baterías antiaéreas, situadas muy cerca del aeropuerto, entren en acción.
El hasta entonces hombre fuerte de Venezuela, general Marcos Pérez Jiménez, se ve acorralado por la insurrección popular y sin respaldo en las Fuerzas Armadas. Es allí cuando decide huir del país sin enfrentar a la justicia.
Ese vuelo, la ‘Sacred Cow’, será el símbolo de la caída de la última dictadura militar que padeció Venezuela.
La dictadura
Desde principio de la década de los 50, Pérez Jiménez encabezó un régimen totalitario que limitó las libertades públicas, políticas y que empleó a la Seguridad Nacional (cuerpo policial de la dictadura), como fuerza de choque interna contra la disidencia militante.