Consumidores son perjudicados por comercios que devuelven con mentas y chicles.

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Santiago.2016-01-29 08.50.29-1Es común escuchar o leer en las redes sociales las quejas de cientos de personas que cuando van a un colmado, tienda, supermercado o cualquier establecimiento comercial, reciben mentas, chicles, chocolates o golocinas como devuelta en el pago de sus compras, una situación que en términos económicos perjudica al consumidor.
Algunos comercios, inclusive, pocas veces tienen menudo para devolver y se quedan con unos cuantos pesos que, aunque no es mucha cosa para un solo cliente, sumados todo es una millonada.
A estos niveles, se hace necesario que el Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (PRO-CONSUMIDOR) tome medidas contra los comercios que han hecho una costumbre la práctica de no devolver en efectivo el cambio de dinero.
Mucha gente lo que está haciendo es llevar decenas de monedas en sus bolsillos, para cuando sea necesario, pagar de manera exacta sus compras. No es la mejor opción andar con una alcancía encima, pero mientras las autoridades no tomen cartas en el asunto, es la única forma de no perder dinero.
Esta situación es solo una de las que tienen que vivir los consumidores en la República Dominicana, ya que con los centavos desde hace décadas ocurre algo peor, porque no son devueltos.
Una persona que acude a un supermercado a comprar un artículo que cuesta RD$95.45 y paga con RD$100, el establecimiento le devuelve cuatro pesos, porque no hay centavos en el mercado para la devolución exacta. Hay 55 centavos a favor del negocio.
Muchos, para evitar que sus centavos no les sean devueltos, prefieren pagar con ntarjeta de crédito, pero, a pesar de las facilidades que otorgan los bancos, la cultura de este método de pago no es tan popular todavía.
Las autoridades dominicanas, tanto el Gobierno como el Congreso, deberían poner atención a las quejas y estudiar una resolución que elimine los centavos, porque según algunos economistas la fabricación de esta moneda es más costosa que el valor que representa. Empero, al ser cobrada y no devuelta, representa pérdidas para el consumidor y el Estado.