Siguen las manifestaciones en Chile, también la violencia. Multitudes piden un «cambio de sistema», una nueva Constitución con «derechos sociales garantizados por el Estado» y la destitución del presidente Sebastián Piñera. Ante esto, Diosdado Cabello, uno de los hombres más poderosos del régimen socialista de Nicolás Maduro, afirmó que lo exigido hoy por los chilenos es algo que «ya nos dio el presidente Hugo Chávez en Venezuela».
Semanalmente, Cabello ofrece una rueda de prensa. En la más reciente volvió a hablar de los «vientos bolivarianos», «procesos de cambios indetenibles, que tenían que llegar y están llegando». En Chile, la nación más próspera de la región, donde por décadas ha funcionado un sistema mayormente privatizado, esos vientos de cambio piden en masa que el Estado sea su proveedor. Para lograrlo, exigen una asamblea constituyente, tal como sucedió en los países referentes del socialismo del siglo XXI: Venezuela, Bolivia, Ecuador y por supuesto Cuba en el siglo XX.
Cabello se refirió principalmente a la educación y a la salud pública. Sin embargo, el sistema de salud venezolano es precisamente el área más afectada por la escasez que ha generado el socialismo en este país. De hecho, médicos han muerto ahogados yendo en embarcaciones a Trinidad y Tobago en búsqueda de medicinas que en Venezuela no hay, debido a que el régimen controla la compra de moneda extranjera para importar y porque las expropiaciones terminaron con la industria nacional.
Mientras Chile es uno de los 50 países con mejores resultados en acceso y calidad en salud, según la revista Lancet, Venezuela tiene el peor sistema de salud de la región.