Avizoran nueva crisis de combustible en Haití

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En las estaciones de gasolina se aglomeraban cientos de vehículos y motocicletas.

Puerto Príncipe.- Poco más de un mes después de una fuerte crisis de combustible que impactó el país, seis compañías petroleras de Haití avizoran una nueva disminución en el suministro de estos productos.

Según Kimazou, Bandari Haiti SA, CapInvest, Dinasa, Sol Haiti y DNC, los subsidios adeudados por el Estado son de tal magnitud que las empresas no cuentan con recursos financieros para abastecer al mercado local en las próximas semanas.

Es nuestro deber informarle sobre la urgencia de esta alarmante situación, destacaron las compañías en correspondencia con el Ministerio de Economía y Finanzas.

Desde su alianza con el programa energético venezolano Petrocaribe en 2007, el Gobierno subvenciona el combustible, sin embargo, en el último año debió enfrentarse a los precios del cambiante mercado internacional.

Según las empresas petroleras, ‘esta subvención ya no puede ser financiada por nuestra industria’, y explicaron que los déficits de las compañías, generados por los impuestos a reembolsar por la estructura de precios, no permiten negociar financiación con bancos que se encuentran en situación de insolvencia.

En abril pasado el país sufrió el fuerte impacto de una crisis de combustible, que afectó negativamente la vida de la población.

En las estaciones de gasolina se aglomeraban cientos de vehículos y motocicletas, y muchas veces debían esperar por horas el abastecimiento, al tiempo que proliferó la venta ilegal casi al doble del precio establecido.

En esa ocasión la proveedora Novum se negó a desembarcar los carburantes y alegó que el Estado acumulaba una deuda de más de 60 millones de dólares.

Ahora, según reportes de prensa, el Gobierno debe unos 20 millones de dólares a las compañías, por la difícil situación que atraviesan las finanzas públicas.

Si la nueva crisis se materializa puede provocar nuevas protestas antigubernamentales, sobre todo en un escenario en el cual la población afronta un sustancial incremento en los precios de la canasta básica, la devaluación de su moneda nacional y el aumento de la inseguridad.