Iglesia reclama de candidatos respetar resultados elecciones

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CATEDRAL-SANTIAGO-APOSTOLSantiago.-La Iglesia Católica reclamó de los candidatos a cargos electivos en las pasadas elecciones a dejar atrás las pasiones y el fanatismo con enfrentamientos que en nada aportan para dirimir cualquier conflicto.

Dice que por la conducta antidemocrática de la clase política, hoy se tienen a familias que lloran la partida a destiempo de sus seres queridos, que perdieron la vida en lo que debió ser siempre una fiesta de la democracia.

A los responsables de estos hechos abomi­nables a que les sea aplicada la ley y agrega que las elecciones jamás dan licencia para matar y no recibir castigo.

“Ahora les toca a los actores que estuvieron inmersos en este ejercicio democrático actuar apegados a la ley. Es hora de sembrar la paz”, apunta el editorial del semanario Camino, órgano de difusión promovido por la Conferencia del Episcopado Dominicano. Llama a que por encima de todo prevalezca la voluntad del pueblo expresada en las urnas.

La iglesia refiere que el servicio y la ideología parecen dormir el sueño eterno.

“Es tiempo de podar el árbol de la democracia dominicana. Se hace urgente la aprobación de la Ley de Partidos para así evitar que en cada proceso electoral tengamos que seguir viendo los mismos vicios estructurales que en otras latitudes han sido superados. Ya es hora de evitar las improvisaciones”, puntualiza.

Llama a tomar en cuenta todos los detalles en la organización de la jornada electoral para impedir que la desconfianza se apodere de la población.

Camino expresa que una vez más el pueblo dominicano ha dado un ejemplo de buen comportamiento y civismo en las elecciones del pasado 15 de mayo, con ancianos y discapacitados cumpliendo fielmente con su deber y derecho.

Sin embargo, lamenta que Esta actitud contrasta drásticamente con el comportamiento de algunos dirigentes y simpatizantes de los partidos, quienes no han entendido que la violencia engendra violencia, y que la intransigencia y prepotencia no tienen buen final.